Carles Ros recibió su primera bicicleta como herencia de su padre cuando tenía 14 años. Desde ese momento, su afición y pasión por este deporte fue creciendo poco a poco a medida que participaba en diversas pruebas de mayor distancia. Hoy en día, el ultraciclismo no solo es un hobby para Carles, sino una filosofía de vida.
A quienes también cautivó esta actividad fue a sus compañeros Pedro Cayuela, Pepe Uribe y Jorge Cebrián. Ahora, todos ellos forman el equipo Cartagena-Grupo Ricardo Fuentes, una iniciativa que se enmarca en nuestro compromiso con el deporte. Cuatro años después su creación, estamos muy contentos de poder ser ese impulso que necesitan para seguir alcanzando sus retos.
“El ciclismo de ultradistancia es un deporte que requiere mucho más que un buen estado físico. Resiliencia, trabajo duro y constancia son algunos aspectos claves. Unas cualidades que me han hecho crecer y ser mejor en muchos aspectos”, nos explica Carles.
A continuación, os compartimos algunos de los aprendizajes que ha adquirido el ultraciclista durante toda su trayectoria y que nos asegura que los vamos a poder aplicar en nuestra vida personal y profesional.
1. No es una carrera; no se trata de llegar el primero, sino de llegar con el otro
Compañerismo, apoyo y trabajo en equipo. Para nuestro ultraciclista la verdadera victoria está en llegar juntos a la meta. “No es una carrera; no se trata de llegar el primero, sino de llegar con el otro. Esa es la verdadera esencia de este tipo de pruebas. Al fin y al cabo, todos estamos pedaleando por el mismo objetivo”.
2. La fuerza mental es fundamental para lograr el éxito
La fortaleza mental y creer en uno mismo son características fundamentales para alcanzar los objetivos que te propones. Es por ello que Carles considera que “todo el mundo deberíamos trabajar estos dos rasgos, que pueden diferenciarnos de los demás y ayudarnos a superar dificultades y miedos”.
3. Gran capacidad de reacción ante los problemas
La planificación previa a la hora de enfrentarse a una prueba de esta naturaleza resulta fundamental. No obstante, como nos relata Carles, es normal que surjan imprevistos en el camino y ante esas adversidades «hay que enfocarse en las soluciones, no en los problemas”.
«En mi caso, hay veces que la carretera desaparece, el GPS se vuelve inútil y te preguntas: ¿y ahora qué? ¡No puedo creer que esto esté sucediendo con el calor y el cansancio! Pero, al final, siempre logramos encontrar el camino de nuevo».
Último desafío del equipo: conectar las dos capitales del atún rojo
El último desafío al que se ha enfrentado nuestro equipo ha consistido en recorrer 700 kilómetros para conectar Cartagena y Cádiz, las dos capitales del atún rojo, a favor de sus Bancos de Alimentos. En concreto, se han donado 2.000 kilos de pescado congelado.
“Ha sido un reto diferente y especial por el significado de ambas ciudades para Ricardo Fuentes. Hace años que llevábamos pensando en hacerlo y lo habíamos ido posponiendo por otras oportunidades que habían surgido. Este año, al fin, lo hemos completado con éxito gracias a la buena organización. Estamos muy contentos”.