Carmen Conesa Mateo, toda una institución en Ricardo Fuentes Salazones donde es conocida como “Carmen La Ministra”, 64 años (en julio los 65 nos apunta), nacida en Torre Pacheco donde ha vivido toda su vida.
Su vida da para contar un libro y es un claro ejemplo de superación. Nacida en el seno de una familia muy numerosa –nada más y nada menos que 14 hermanos (ella la número 11), a los 8 años ya trabaja cuidando niños de otras familias. Madre de 6 hijos, quiso el fatal destino , que siempre le ha puesto las cosas muy duras, dejarla viuda a la edad de 38 años, imaginaos cómo debe ser afrontar esa situación con 6 bocas que alimentar, pero Carmen, que hace honor a ese nombre de mujer de carácter y raza, nos cuenta con toda naturalidad y sin dejar de atender la mojama que manipula entre sus manos, que “si hubiera sido al contrario mi familia no habría salido adelante porque las mujeres somos guerreras, somos luchadoras, matamos por nuestros hijos y los sacamos adelante” (Palabra de Carmen).
Para poder alimentar a su familia tuvo que renunciar a muchas cosas, pero en su voz no hay rencor, ni tristeza, ni siquiera un atisbo de queja, sólo hay determinación y el saber que ha valido la pena luchar por lo que uno quiere, ya que durante muchos años estuvo trabajando como manipuladora en una empresa hortofrutícola con jornadas de 12 horas de 7 de la mañana a 7 de la tarde y por si fuera poco los fines de semana trabajaba como camera o cocinera en banquetes y celebraciones, todo ello sin descuidar a su familia.
29 años ha estado trabajando en la hostelería hasta que hace 18 años, en el año 2001 empezó a trabajar en Ricardo Fuentes e Hijos Salazones donde se jubilará el 1 de junio del 2020, todo ello contado con una sonrisa en la boca y un brillo en los ojos que te transmiten toda su experiencia vital, imposible no querer a Carmen.
Carmen es abuela de 5 preciosos nietos y dos de sus seis hijos los tiene fuera, “uno en Madrid y el otro en Suiza pero me llaman todos los días, el resto los tengo cerca y nos reunimos mucho” eso es así porque ha sido capaz de construir su propio clan haciendo frente a todas las adversidades y afrontándolas sin ningún tipo de resignación.
Aunque le hubiera gustado estudiar para administrativa no se arrepiente de su vida y de lo que ha hecho. Se define como una persona pendiente de sus hijos, responsable en el trabajo y muy normal, aunque para el que escribe este reportaje, Carmen no es de esas personas normales, es de otra pasta.
Aprovechando el Día de la Mujer Trabajadora lanza este mensaje a todas las mujeres: “siempre mirad hacia adelante, no os rindáis nunca y trabajad duro, porque si lucháis, cuando volváis la vista atrás, veréis que todo el esfuerzo y sacrificio habrá valido la pena.
Sin duda, me quito el sombrero y me descubro ante una mujer como Carmen, este día va por ti y por todas tus compañeras.
