El próximo lunes comienza la campaña de pesca de atún rojo en el Mediterráneo. Grupo Ricardo Fuentes ha creado para ello 260 nuevos empleos directos y ha implantado todas las medidas de seguridad necesarias (incluyendo test PCR y desinfección de los barcos) para garantizar la salud de los trabajadores y observadores internacionales que participan en la misma.
La campaña de atún rojo en el Mediterráneo es fundamental para garantizar el abastecimiento en el mercado español de este preciado alimento los 365 días del año. El atún rojo es una pieza clave en la alimentación mediterránea y contiene unas propiedades muy beneficiosas para la salud, como es el omega 3.
Grupo Ricardo Fuentes, con sede en Cartagena (Murcia) y que es un referente mundial en la comercialización del atún rojo, tiene asignada por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) una cuota de 3.550 toneladas y cuenta para alcanzar ese objetivo con 14 embarcaciones. Tres de ellas, propiedad del grupo, saldrán del Puerto de Cartagena, otra partirá desde L´Ametlla de Mar y diez lo harán desde diversos puertos de Francia.
Las previsiones, tras la experiencia de los últimos años, es que la pesca se complete en pocos días. A ello contribuirá las mejoras implantadas en los barcos que incorporan equipos de última generación que contribuyen a que todo el proceso sea todavía más sostenible. Estas innovaciones mejoran la capacidad de identificar el fondo marino, lo que ayuda a la detección de los ejemplares de atún rojo. Este paso es fundamental ya que permite agilizar la captura y asegurar, en todo momento, la protección del ecosistema.
La pesca en alta mar es solo la primera parte de la campaña de atún rojo, en la que, a los estrictos controles internos, hay que sumar la certificación oficial de observadores internacionales y nacionales a bordo de los propios barcos, así como de miembros de los servicios de inspección tanto españoles como de la Unión Europea que están presentes en cada paso.
La segunda etapa, una vez que el atún rojo haya sido pescado, será remolcado hasta los viveros de la compañía en la Región de Murcia, en cuya renovación el Grupo Ricardo Fuentes ha invertido recientemente 5 millones de euros. Se trata de una maniobra técnicamente muy compleja en el que la velocidad de los barcos oscila entre 0,5 y 1 nudo, con la finalidad de asegurar que el atún no sufre ningún daño minimizando los riesgos.
Una vez que el pescado ha llegado a su destino se iniciará la tercera fase, que se conoce como traspaso, y a través de la cual el atún rojo pasa de los barcos remolcadores a las granjas de crecimiento ubicadas en el mar.